Llevo el cuchillo carnívoro
que tu misterio puso en mi mano.
Por si me fallan los reflejos
mientras gasto los colmillos de mi tinta
-siempre tuya-, rastreando esa palabra
que levante vuelo sin saber que yo
la morderé en el aire. Y me largo
a andar ahora entre astutos vegetales.
Porque si yo no cazo, mi amor,
te arderá el hambre de los ojos.
Mauricio Escribano
Imagen 美撒郭
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